La preparación del 36º Maratón de Valencia comenzó el 1 de Agosto con la enorme satisfacción de poder contar con el asesoramiento de Antonio Montoya Vieco, que sin conocerme de nada (y como a él también le gustan los números, y si no es así me tiene engañado) y con unos pocos datos de mi trayectoria anterior, trazó un plan que solo puedo etiquetar como "perfecto" y que he disfrutado como un niño.
Poniendo números, la preparación se resume así:
16 semanas de preparación, 82 días de actividad sumando 114h 55min 40 segs repartidos en 28h 33min 23 segs en Agosto, 32h 33min 28 segs en Septiembre, 37h 2min 18 segs en Octubre y 16h 46min 29 segs en Noviembre, para un total de 1193.21km distribuidos en 290km en Agosto, 338km en Septiembre, 384km en Octubre y 180.21km en Noviembre, consumiendo 74915 calorías repartidas en 18823 en Agosto, 21609 en Septiembre, 23407 en Octubre y 11076 en Noviembre
Lo cierto es que comencé en un estado de forma muy bajo y que con el calor del verano costó mucho de mejorar. Pero con el pasar de las semanas y con la fortuna de no haber tenido ningún problema muscular a destacar, hemos llegado muy bien preparados al día D.
Por el camino y sin quererlo hemos llegado a coquetear con el Dorsal Preferente B en el Circuito Divina Pastora, aunque finalmente se nos escapó.
Y llegamos al día de la carrera
Este año arrancaba 30min antes (8:30AM), cosa de agradecer para los que nos consideramos morralla runners y vamos a estar corriendo un rato largo, puesto que son 30min con fresco y no con el calor del mediodía.
Acudo con David Rubio y llegamos muy temprano, al poco de abrir el parking del Centro Comercial, aparcamos y decidimos hacer un poco de tiempo, lo que era un parking vacío en poco más de 10 minutos está lleno hasta la bandera. Llegar pronto genera tranquilidad.
Salimos y empezamos a encontrar gente conocida. Lo primero que tenía que hacer es acudir al punto de encuentro del Proyecto CRS para entregar la muestra de orina y pesarme. No lo vemos y damos 2 vueltas al Umbracle por arriba y por abajo para acabar localizando en el punto de partida (me da que no llegaron tan pronto como decían) y justo al lado del Meeting Point con el DT.
Hablamos un poco con el entrenador y resto de maratonianos a los que ha preparado, también aquí acude Adolfo Ordiñana, que ya no separaría de mi en toda la mañana (y eso fue una buena noticia para los dos). Toni nos da los últimos consejos y Borja tras las benditas pulseras, a la postre fue la herramienta perfect y necesaria para alcanzar el objetivo.
Calentamos un poquito, "nos quitamos el nerviosismo" y directos al cajón, nos quedamos los tres que pensamos ir juntos: Adolfo, Sergio Puig y el que escribe estas líneas. Aparecen los padres de Sergio al otro lado de la valla, Adolfo se quita el chubasquero, que se convierte en un bolsillo con asa para la mano o antebrazo y yo me deshago de la camiseta de manga corta. La carrera comienza sin darnos ni cuenta, nos acercamos a la salida y el viento se hace notar, preocupación, pero es racheado y parece no ser demasiado molesto. Me tomo la primera cápsula de sales. Este año salgo con un cinturón con un botellín de isotónico, con un tapón de los que te hace fácil el beber (gran enseñanza de Sergi Mejías y que me ha costado aprender)
Pasamos el arco y pongo en marcha los dos relojes (el del Proyecto CRS y el mío). Ritmo atascasdo, peor que el año pasado, primer kilómetro en 5:11, pero en el segundo ya hemos cogido el ritmo. Van cayendo los kilómetros y no hacemos más que seguir la chuleta, enjugando poco a poco el retraso del primer kilómetro. Los primeros kilómetros son los que menos animación tienen, es temprano, el 10K se lleva gran parte del interés de ese primer momento y el recorrido transcurre por una de las zonas más alejadas del centro de la ciudad.
En esta primera fase de la carrera únicamente se trata de ir descontando kilómetros y procurando ir al ritmo indicado: 4'57"/km. Por el paso del kilómetro 7 hago un cálculo aproximado, tomando como referencia la bandera de un holandés entre el público, del tiempo que nos separa del práctico de 3h30, nos lleva algo más de 2min, así que se antoja imposible que le alcancemos en algún momento de la carrera.
Siempre muy concentrado, los gritos de conocidos te van sorprendiendo y animando. Minuto 45 y nos tomamos el primer gel, al poco la segunda cápsula de sales, no queremos que nos falte nada cuando lleguemos a la parte difícil de la carrera.
Primer avituallamiento
Llegados al kilómetro 13 llegamos a casa, allí están mis vecinos animando y ¡como no! mi fuente de energía: mis tres amores que no paran de gritarme y animarme y me dan un plátano y bebida isotónica (esto se ha vuelto fundamental, porque el isotónico ya solo te lo ponen en vasitos de cartón, lo que a mi no me resulta nada práctico). El plátano lo comparto con Sergio y Adolfo. De repente a la altura del Club de Tenis nos alcanza Jose Romero, que decide quedarse a nuestra vera desde entonces, pero siempre a la sombra, como definió Sergio es "el asesino silencioso" :)
Seguimos restando kilómetros, el primer paso por la Alameda nos da otro subidón, la animación de la gente es colosal y sin darte cuenta vas 10"/km más rápido de lo que toca. Eso nos coloca a ir por debajo de los tiempos de paso para llegar en 3h29.
Pasamos medio maratón, vamos en tiempo, pero no me encuentro todo lo fresco que me gustaría y me preocupa porque queda la mitad. Patri nos ve un poco más alante pero ni me entero. Seguimos concentrados en mantener el ritmo e ir cumpliendo con los parciales. El reloj de Sergio muere, primera baja de la batalla, no pasa nada porque lo único que nos preocupa son los tiempos de paso. La carrera empieza a endurecerse, la Alameda cuesta más de lo que nos gustaría.
Segundo avituallamiento
En la Alameda a la altura del puente del Real vuelven a estar mis chicas esperándonos, otro subidón de energía y segundo plátano y botellín de isotónico. Vuelvo a compartir el plátano. Tanto en el primero como en el segundo, cuesta comer corriendo, la respiración se complica y las pulsaciones suben, pero ahí vamos, pasando por Pont de Fusta donde Sandra Alser nos anima y viendo las Torres de Serrano, qué bonita es Valencia. Mientras tanto, mi tres chicas cruzan el puente del Real a toda velocidad para llegar a tiempo de seguir animándonos, son tan rápidas que hasta les da para animar y grabar en vídeo a Sergi Mejías y Muri y ya un pequeño rato después a nosotros, me desvío para chocar sus manos, fuente de energía.
Directos a calle La Paz, que pica para arriba y se nota. Ambientazo en el centro. Activamos el "modo sufrimiento", los próximos kilómetros son los más duros, hay que empezar a pelear contra la cabeza. Se nos une Toni Ventura, esta es el otro arma de destrucción masiva que teníamos para esta guerra, gracias Toni, porque no solo era correr, era animarnos a nosotros, animar al público para que también nos animarán, y todo lo hiciste genial.
Bioparc, Hospital General, ésta es siempre la parte que menos me gusta, claramente porque la sufro.
Llegamos al 36, encaramos Archiduque Carlos, miro el crono y de ir a ritmo de 3h29 hemos pasado a ceder más de 40", así que toca avisar y apretar los dientes. Llega el momento en que tenemos la segunda baja, Sergio decide descolgarse, no consigue sostener el ritmo y nos dice que afloja un poco. Seguimos apretando los dientes (que no el ritmo) y aquí el único que habla es Toni.
Llegamos al centro de nuevo, el público siempre sensacional, llegamos a Colón y ahí está el punto de animación de Never Stop, es-pec-ta-cu-lar! pelos de punta y energía, empezamos a apretar (los dientes y esta vez también el ritmo), nos metemos (según el reloj) en sub 4'40"/km para empezar a recuperar esos 40" que se nos habían ido escapando, en realidad apretamos para no ir tan cerca del 3h30 (no habrían nada peor que fallar el intento por cuestión de segundos).
Más energía
Llegamos a la Puerta del Mar, allí están mis amores para dar el último empujón, ya no hay más que dar pero me ayudan a seguir dándolo todo, sobre todo cuando una vez las he pasado, bordeo la rotonda y ¡vuelven a estar ahí! esto no estaba en los planes y es ¡otro subidón!
Pasamos el arco del kilómetro 40 y ahí está Toni Montoya esperando, me pregunta qué tal y no me da ni para contestar, creo que con verme la cara tuvo bastante.
En este punto, ya en el río, sabes que está muy cerca, solo tratas de mantener el ritmo dejar que pasen los metros, la orografía es favorable y el público te lleva en volandas, lo único malo es "sortear los obstáculos".
Toni Ventura se deja el último aliento gritándome como no está escrito y me deja ya en el empedrado accediendo a la Ciudad de las Artes y las Ciencias (que siempre se me hace largo)
Echo la vista atrás buscando a Adolfo, que hacía bastantes metros en los que dudaba de si seguía ahí conmigo, veo que sí y le hago un gesto para que se ponga a mi lado. Entramos en la alfombra azul y en la pasarela y ¡Misión cumplida! 3h 29m 02s
Grandes compañeros de viaje tanto Sergio como Adolfo, cuando no tiraba uno tiraba otro. Mención especial a "Energizer" Toni Ventura, él es esa batería extra cuando te falla la del móvil.
Gracias al DT Toni Montoya, por haber trazado el camino con maestría.
¡Y cómo no! Gracias a mis tres chicas, mis tres soles, mis tres amores, este año sí ha salido todo a la perfección y vuestra ayuda, tanto antes como durante la carrera, no tiene precio.
