domingo, 23 de agosto de 2015

GFI Siete Aguas | Crónica

Pues ya está hecha "LA CARRERA" del Circuito Diputación.

Este año la organización distribuyó la salida por cajones según tiempos, pero estos han sido de acceso libre, así que finalmente no ha sido muy efectivo.

Habíamos pensado ponernos más cerca de la salida que el año pasado, donde perdimos mucho tiempo dado el atasco que se organiza por las calles estrechas del pueblo cuando 2230 corredores (record de participación) salen todos juntos. Este año estabamos en el área (cajón) de sub 1:25, junto con gran parte de los compañeros del club y ciertamente más cerca de la línea de salida, pero no más de 20 ó 30 metros respecto del año pasado.

Hablamos de a qué ritmo piensa ir cada uno y no hay mucho quorum, unos dicen que a 5'30'', otros que ni idea, así que ninguno tiene claro que ritmo piensa llevar realmente durante la carrera (cosa normal dado la gran cantidad de cuestas). Mi intención es intentar llegar entre 1h15' y 1h20' y Alex se apunta a llevar ese ritmo.

Salimos todos juntos y se forma el correspondiente tapón, dado que nada más salir hay una giro de 90º para subir una calle no muy ancha y en pendiente.
Alex empieza a adelantar gente subiendose a la estrecha acera y me voy detrás de él, queda decidido que nosotros vamos a llevar nuestro ritmo y que los demás piensan llevar un ritmo un poco más suave.

Como siempre, no voy bien cuesta arriba, donde me adelantan por derecha e izquierda sin contemplaciones, pero en las bajadas me dejo ir y recupero bastantes posiciones. Esa será la tónica de toda la carrera, cediendo puestos en las subidas, recuperando otros en las bajadas.

Durante este inicio de carrera comienza a llover ténuemente pero no va a más y para enseguida (ya no volvió a llover más en toda la carrera).

Las primeras cuestas se hacen bastante duras, pero mantengo el ritmo de Alex, en las bajadas tiro de él hasta que en una de las bajadas con el suelo mojado Alex se queda un poco descolgado. Ya no volvemos a juntarnos en el resto de carrera. Así que de repente, una carrera que se presentaba como carrera en grupo (incluso numeroso) se convierte en una carrera en solitario (y yo sin música)

Las sensaciones son buenas y los ritmos, sin prestarles apenas atención, van saliendo bien. Solo de vez en cuando miro el reloj para ver si las pulsaciones están dentro del rango aconsejado por el míster, lo están y por lo tanto ya no me preocupo mucho más por el asunto.

Una vez hemos salido del pueblo, en uno de los repechos me alcanza Quique Sebastiá (menudo crack), como era de esperar sube mejor que yo, así que se me va escapando poco a poco. Pero llega la siguiente bajada y nos volvemos a juntar. Así transcurre buena parte de la carrera, donde nos vamos adelantando mútuamente y hablando a ratos.

Kilómetro 6 (aproximadamente) y segundo avituallamiento, donde además de agua dan geles. A esas alturas aún estoy bastante entero, pero como soy bastante tolerante de estómago y otros años no me dió ningún problema, decido tomármelo (sino ¿qué iba a hacer con él en la mano toda la carrera?)

Algo en lo que debo mejorar es en que pierdo el ritmo durante los avituallamientos. Otra cosa importante es estar atento a las botellas que van quedando por el suelo, hay gente que tiene la costumbre de tirarlas con el tapón enrroscado, incrementando el peligro en caso de ser pisada por otro corredor.

Seguimos bien de fuerzas durante la carrera y comprobamos el reloj solo en las subidas, para ver que no perdemos ritmo en exceso.

Llegamos a la rotonda del kilómetro 8.3 y aprovechamos para ver donde están nuestros compañeros. Alex está bastante cerca y le animo diciéndole "venga que ya me alcanzas", tras él y mientras subo cuesta voy viendo como bajan otros compañeros: Josanto, Sergio, Roberto, las chicas del club...

Durante esta parte de regreso al pueblo pierdo de vista a Quique, al cual ya no vuelvo a ver en el resto de la carrera.

Vamos bien y ahora ya solo pienso en la "subida a los chalets" que comienza pasado el kilómetro 12. Vamos de bajada así que llegamos bien y vamos subiendo bien (no hay demasiada pendiente en el primer trozo) pero se va haciendo más y más dura. Aquí encuentras momentos en los que no sabes si es mejor andar y bajar pulsaciones o seguir corriendo avanzando muy poco más rápido que andando y con pulsaciones elevadas.

Terminando de subir vemos a Guillermo que ya ha comenzado a bajar y pensamos "ya debe quedar poco". Llegamos arriba pasado el kilómetro 13 y parece que lo peor ha pasado. Giro de 180º y comenzamos a bajar rápido, vemos que Alex se había acercado, igual que Sergio y María. Curva peligrosa a la izquierda de 90º y llegamos derrapando, se baja muy rápido para tener un giro así. Y llega lo peor, el último gran repecho, éste sí me cuesta horrores e incluso decido andar con las manos en las rodillas unos metros. lo justo para que el speaker situado en lo alto de la colina se meta conmigo. Arranco de nuevo deseando llegar arriba porque a partir de ahí es todo bajada hasta la meta.

Bajando veo que me acerco a Guillermo, pero que tendría que esprintar para alcanzarlo, así que nos dejamos ir el último kilómetro y medio sabiendo que estamos dentro del objetivo fijado y efectivamente, entramos en meta unos segundos antes de la 1h19' oficial para un tiempo real de 1h17'39" y un ritmo de 5'09"/km.

Objetivo cumplido y mejorando la marca del año anterior en 7'22".

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